Corría el 12 de enero de 1991 cuando un chaval tímido, de unos 9 años de edad, llegaba de la mano de su padre José Luís a la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. De aquella el club blanco era muy distinto al de ahora, aunque con la misma esencia. Aquel chaval quería ser portero, quería entrar en el Real Madrid y quería, sobre todo, divertirse jugando al fútbol. Quién le iba a decir a aquel niño que, en unos años, iba a ganar copas de Europa con el Real Madrid e iba a capitanear la victoria de España en la Eurocopa de 2008. Iker Casillas llegaba aquel día a la órbita madridista para jugar un torneo social. Le inscribieron en el equipo del “Pipiolo” Losada. Sin embargo, en su primer partido le “cayeron” siete goles, al perder su equipo contra el de Lopetegui por siete a uno. Por aquel entonces, Casillas era un portero desnudo, pero no precisamente porque se acercara a hacer la prueba como su madre le trajo al mundo: Casillas pensó que le facilitarían ropa deportiva en el Real Madrid. No fue así, y el portero que hoy conocemos tuvo que jugar con un pantalón y una camiseta que él mismo llevaba puestos. Sin botas, ni espinilleras. Nada de nada.Iker siempre se acuerda de la anécdota que marcó sus primeros días. En una reunión con Antonio Mezquita, hombre que tantos valores sacó de “La Fábrica” blanca, juntó a los casi cien niños que formaban aquella hornada en la que estaba Casillas. Iker apenas llevaba un mes en el club, y Mezquita formuló en aquel encuentro una frase que nunca ha olvidado, olvida ni olvidará: “Aquí sois muchos y, posiblemente, de este grupo sólo llegue a la primera plantilla uno o ninguno”. De aquella camada sólo Casillas pudo llegar al primer equipo. El maestro Mezquita tenía una gran experiencia y sabía lo que decía. ¿Por qué todo esto? Pues porque Raúl jugó en Mallorca su partido número 500 con el Madrid y, por méritos propios, ha entrado en la Historia del club blanco. Por eso quiero que Iker, desde este 12 de enero de 2009, tenga un protagonismo histórico que también se merece un portero. No sólo eso, sino que en sus 18 años en la Casa Blanca, Casillas no sabe lo que es vestir la camiseta de otro equipo, ya sea de colegio, de barrio o de ningún otro conjunto. Sus primeros pasos futbolísticos comenzaron con la única camiseta que ha vestido hasta el momento: la del Real Madrid. Entiendo que esto también es historia digna de resaltar, en un día en el que Raúl, ha marcado un nuevo récord. Pero ojo, que Iker lleva ya 450 partidos oficiales con los blancos. En su día, Fernado Hierro etiquetó a Raúl como un Ferrari, aunque me da la impresión de que, si le respetan las lesiones, ese Ferrari acabará siendo el Casillas.
Quién se lo iba a decir a aquel chaval de apenas nueve años que llegó de la mano de su papá a la Ciudad Deportiva del Madrid. De encajar siete goles en su primer partido, a ser el mejor portero de la historia blanca.
"Su Balon de oro"
Iker Casillas difícilmente ganará jamás el Balón de Oro. Si no lo ha logrado este año -con una cosecha bastante más copiosa que la reunida por Lev Yashin en 1963-, resulta complicado imaginar cuándo podría hacerlo. Por eso, el premio de la IFHHS es su particular recompensa a un 2008 en el que el meta reunió la brillantez de siempre con ciertos claroscuros. Casillas fue pieza clave en la conquista de la 31ª Liga blanca y en la segunda Eurocopa en la historia de la selección española, trofeo que tuvo el honor de levantar como capitán. También ganó la Supercopa, aunque las penas del Madrid acabaron poniéndole en el punto de mira para algunos. Extrañamente, Iker, el hombre de los milagros, no estaba siempre ahí para salvar lo imposible. El catarro parece superado. Evidentemente, la IFHHS no es France Football, pero, a fuerza de insistir, se ha hecho un hueco en el mundillo. El premio carece del sabor añejo del Balón de Oro, pero lo prestigian los nombres de los predecesores de Iker (Pfaff, Dassaev, Schemeichel, Kahn…) y los de quienes le acompañan en el podio de este año: Gianluigi Buffon y Edwin Van der Sar. El meta italiano ha sido el gran dominador de este ránking, con Casillas siempre acechante. En realidad, no ha sido cosa de ahora, con Buffon, además, lesionado desde hace meses. Iker recibirá el premio el próximo 16 de marzo en Francia. Quizá falte el glamour –y el ruido– que acompañó la coronación de Cristiano Ronaldo, pero seguro que tampoco está mal para un chaval que no es galáctico, sino de Móstoles. Es su balón de oro.
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