Escuela de porteros de la UE Cornellà

César López y Jorge Navarro son los entrenadores de porteros de la UE Cornellà. Ellos trabajan a diario con todos los guardametas de la entidad, realizando un trabajo específico con cada uno. La escuela de porteros del club ya ha cumplido los nueve años de vida.
César: Para ser entrenador de porteros hay que haber sido portero. Es imprescindible, porque habiendo estado bajo palos, sabes en cada momento los sentimientos del jugador. Tú ves cuando hay que apretar, cuando hay que parar… Sabes cuando tienes que corregir, reprochar…
¿Es tan diferente la formación del portero de la del resto del equipo?
Jorge:
Sin lugar a dudas, sí. Yo siempre digo que en el campo siempre hay cuatro equipos: dos equipos de diez jugadores y dos más de un portero. Si al portero le meten un gol, el malo es él, es una vivencia suya personal. Es un mundo totalmente diferente, apartado de los demás. Es más duro y sacrificado.
Entonces, ¿ser portero es vocacional?
César:
Sí. Te tiene que gustar desde pequeño.
Jorge: Cuando los demás terminan de entrenar, el portero se queda y sigue entrenando. El portero tiene doble sesión de trabajo y te tiene que gustar mucho y para implicarte totalmente.
¿Qué diferencia hay entre el entrenamiento que hace con su entrenador y el resto del equipo del que hace con vosotros?
César: Lo que hacen con el equipo es un trabajo más relajado. El nuestro es todo físico, técnico y teórico. El entrenador suele dejarlo todo en nuestras manos.
Jorge: Con su entrenador lo que trabajan principalmente son opciones de jugada, le introduce dentro del equipo. Nosotros, respecto al entrenador, tenemos voz, pero no tenemos voto. Nos consultan, pero no decidimos quien ha de ser el titular.
¿Hay mucha diferencia entre preparar al portero del primer equipo que a un benjamin,por ejemplo?
César: Sí, claro. Con los pequeños el entrenamiento se basa en juegos y enseñanzas para que aprendan a tirarse, a saltar… Para ellos es muy importante estar con otro portero de más edad para fijarse.
Jorge: Con los mayores es otra historia. Suelen decirnos que gritamos mucho, pero no es tampoco así. Al portero hay que gritarle para ponerlo en tensión. Hay que decirle las cosas con contundencia. La fórmula de trabajo es enseñarles la supervivencia dentro del área, no la agresividad. Pero el portero tiene que estar en tensión, no puede estar apocado.
De la Escuela de Fútbol del Cornellà han salido porteros que ahora vemos en equipos de reconocido prestigio.
César: Sí, por ejemplo Alberto García, que está en el primer equipo del Murcia, Marc Martínez (juvenil A del Barcelona) o Sergi y Rubén Miño, que están en el Barcelona Atlétic.
¿Con qué portero de los que están en la elite os quedaríais?
Jorge: Yo siempre digo que si Casillas y Reina están en la selección es por algo. Aunque tengo que decir que tengo debilidad por Palop y Almunia.
César: Para mí Palop es el mejor portero español.

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