Gracias por dignificar la porteria

El portero de esta Copa Confederaciones de Irak es Mohammed Kassid, nacido el 10.12.1986 en Bagdad. Sorprendentemente Bora Milutinovic a dejado en el banquillo a Noor Sabri que juega en el Talaba y que era titular indiscutible en la portería hasta la llegada del nuevo seleccionador serbio. Fue el héroe en el titulo sorprendente de la selección de Irak en la Copa de Asia de selecciones. De Mohammed Kassid casi nada sabemos salvo estos datos y que juega en el Al Zawraa y que contra Sudáfrica en el partido que inauguro este torneo fue el mejor de su selección, haciendo paradas de verdadero merito, si bien es cierto que un fallo en una mala salida a un centro estuvo a punto de costarles el partido, pero afortunadamente para él y su selección cuando el remate de cabeza de un jugador sudafricano entraba a gol, un compañero se cruzo y impidió que entrase el balón en la red. Por lo demás realizo un buen partido, demasiado bien para un portero que no entrena en las mismas condiciones que cualquier otro que esta en este torneo, Irak lleva sin poder jugar como local en su país desde hace seis años, por motivos que todos sabemos y no digamos nada ya de la liga de su país. Hoy en el Marca.com en un artículo firmado por M.A. LARA os resumo lo que dice. Iraq tiene todas las de perder ante España. Es más, las apuestas se hacen más por la diferencia de goles que puede darse a favor de La Roja que por el signo del marcador. Ese escenario hubiera desatado una década atrás el pánico entre los jugadores de la campeona de Asia. Hoy, ganen o pierdan, fallen un penalti o se metan un gol en su portería sus piernas no corres peligro de ser cortadas y sus cuerpos no están bajo la amenaza de la tortura. Hace unos años sí. Uday Hussein, hijo del sanguinario Sadam, llevaba en la sangre el mismo placer por lo macabro que su padre. Durante la dictadura de su progenitor, Uday era el jefe del deporte iraquí. Presidente del Comité Olímpico, el fútbol era una de sus pasiones y lo dominaba con el látigo en la mano. Ser internacional iraquí no era otra cosa que multiplicar las opciones de acabar en las manos de un torturador… o de algo peor. Jugar al fútbol era más una condena que un placer. Faltar a un entrenamiento por causas como tener un hijo enfermo o un grave problema familiar era castigado con la celda, sesiones de picana. Los internacionales iraquíes vivían en un estado militar y soportaban interminables charlas ‘motivadoras’ del hijo mayor de Sadam en la que se les amenazaba con perder las piernas o ser arrojados a una jauría de perros hambrientos. “En deporte se puede ganar o perder. Si perdéis, sabéis que no volveréis a vuestras casas”. Era una de sus frases favoritas. La sede del Comité Olímpico iraquí tenía en sus sótanos celdas y habitaciones en las que las torturas y castigos estaba especializadas por deportes. Para los futbolistas, la preferida era golpearles en los pies con barras de metal y provocar la rotura de los huesos más pequeños. Esos castigos provocaron que muchos jugadores quedaran inválidos de por vida. Por todo esto, por cómo les trataban, por las condiciones que entrenan, por cómo juegan, por la honestidad que defienden con sus guantes al país que les vio nacer, pase lo que pase y lo haga como lo haga hoy contra España y en lo que les quede de torneo, desde aquí mi admiración para Mohammed Kassid, que seguramente será el que inicie el partido hoy, como para Noor Sabri y Oday Talib los otros dos porteros de Irak en esta Copa Confederaciones. Muchas veces no sabemos la suerte que tenemos de vivir donde vivimos y de tener todo a nuestro alcance.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Noe desde madrid, este articulo es de lo mejor que escribistes en el blog, mis felicitaciones por tu blog.