Hace dos semanas, el portero chileno Claudio Bravo se erigió en el gran protagonista de la jornada en la Segunda División al marcar, con un lanzamiento directo de falta, el tanto que le daba los tres puntos a su equipo, la Real Sociedad, ante el Gimnástic de Tarragona. Finalizaba ya la primera mitad, cuando los quince mil aficionados que acudieron al estadio de Anoeta vivieron el delirio. Ayer, en Tajonar, no fueron quince mil los aficionados del C.F.Palencia que estaban presentes en la grada, pero su delirio fue, sin duda, aún mayor, cuando Alejandro Rebollo hacía demostración de la fuerza con la que impulsa el balón en los saques de puerta, y acertaba, allá por el minuto 31, a introducir éste en la portería del meta rojillo, Zabal, tras botar la pelota delante y no acertar el portero del At.Osasuna “B” a cojerla.«He pegado el balón con ganas y el aire ha hecho lo demás. Con los saques tan largos buscaba peligro, intentaba que algún central tocase el balón y, con el viento, se fuera a córner. Con los balones frontales tan largos quería hacer dudar a los centrales y al portero», apuntaba ayer Rebollo al final del partido.
«Un gol así sabía que era difícil, pero en juveniles ya marqué uno igual, solo que esa vez el campo era más pequeño y el balón se le escapó al portero», comentaba Rebollo, al que ayer colapsaron su móvil.
Alejandro Rebollo nació en Gijón hace 27 años y en la escuela de Mareo dio sus primeros pasos para fichar en edad juvenil por su eterno rival el R.Oviedo donde llego al primer equipo, después ficho por el S.S.de los Reyes y de allí fichar por el Getafe C.F, para su filial, alternando convocatorias con el primer equipo. Se marcho al Granada C.F y después al Lorca Deportiva y la temporada pasada firmar con el C.F.Palencia donde consiguió el ascenso de categoría. Esta temporada es la de su asentamiento como portero en Segunda División “B” y su equipo marcha clasificado en tercera posición. Rebollo ha jugado la totalidad de los minutos de esta temporada encajando hasta el momento 22 goles en 27 jornadas.
1 comentarios:
Mira, Echevarría, este chaval que pones aquí, Rebollo, es de mi quinta y jugué yo contra él en un par de ocasiones. Él estaba en Mareo y yo en un equipillo que jugaba en un campo de mierda (llegando a ir, siendo cadete, convocado por el primer equipo, en tercera...). Siendo cadete de segundo año, perdimos en casa por 4-5, pero pudimos haber perdido 32-4, porque yo hice más de 25 paradas y él, de cuatro veces que le tiramos a puerta, cuatro chicharros que se llevó de recuerdo. Jejeje. Ellos ganaron la liga, pero nosotros quedamos terceros. La putada es que aquel día nos ganaron con un gol en el último minuto, pero eran unos niños pijos, y precisamente por haberse formado en un equipo en el que no le llegaba a puerta no llegó a nada. Te digo en serio que este chaval, de aquella, no paraba ni la mitad de lo que yo paraba. Probablemente, si hubiera seguido jugando, yo estaría en primera división uno de estos años.
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