Kawaguchi el samurai incombustible

El próximo partido de clasificación que disputará Japón, el 26 de marzo contra Bahréin, se convertirá en la 114 convocatoria del portero Kawaguchi, que cumplirá 33 años el próximo agosto, para su selección nacional. El portero del Jubilo Iwata fue la primera opción para la meta de Japón en dos de las tres participaciones del país en la fase final de la Copa Mundial de la FIFA: su debut en Francia 1998 y su última aparición, Alemania 2006. Tan sólo cedió su posición entre los tres palos a Seigo Marazaki bajo la batuta de un ex seleccionador, el francés Philippe Troussier. Relativamente bajito para ser portero (sólo mide 178 cm), Kawaguchi es famoso por su estupenda colocación y sus increíbles paradas, cualidades que se perfeccionan con el paso del tiempo. Supo mantener la sangre fría para garantizarle a Japón una victoria en la tanda de penatis con que se saldó su partido contra Australia del pasado mes de julio, correspondiente a la Copa Asiática. A continuación, desempeñó un trabajo decisivo en la victoria por 4-1 en la ida del choque contra Tailandia, su primer encuentro de clasificación para Sudáfrica 2010. Pese al amplio margen, Kawaguchi no dejó de culparse por haber cedido aquel gol, que se produjo sólo un minuto después de que Yasuhito Endo, de un tiro libre, inaugurara el marcador para Japón.
"Aquel gol que dejé entrar, aquel rápido empate de Tailandia, nos desmontó", recuerda. "Hay que aprender la lección, tenemos que aprender a mantener siempre la compostura, especialmente después de haber marcado".
Kawaguchi es muy duro consigo mismo, pero también está convencido de que tanto él como sus compañeros de selección están mejorando y regresarán de Manama con los tres puntos. "Mejoraremos si conseguimos superar la tensión. No tenemos que olvidar en ningún momento que el resultado es lo único que importa".

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