La soledad del portero

Todos los que amamos este puesto sabemos que el portero es el "distinto" del equipo, viste distinto que el resto de compañeros, tiene un trabajo semanal distinto, si no tienes la suerte de jugar de principio es difícil que ayudes en el campo a tus compañeros a no ser de que tu compañero sufra un infortunio en modo de lesión o expulsión, de lo cual últimamente, en un campo de fútbol, somos los mas “fáciles” de mandar a la ducha. Todo distinto para el especialista del equipo, tan distinto que las alegrías del equipo en el campo las vivimos solos porque ¿Con quién celebra el gol de su equipo el portero? rara vez se abraza a un compañero a no ser que se recorra el campo hasta ellos.
Pero también tenemos la tristeza ¿Quién le acompaña a recoger el balón del fondo de su “casa”?...que largo se hace ese camino de segundos. ¿Qué recuerda más el aficionado de el en un partido: sus paradas o los goles que recibió y como fueron? Decía Bell, una de las frases del mes de este blog, que todo gol es un error del portero, aunque no se lo crea ni el mismo, siempre habrá alguien para creérselo. Que razón tiene.
Ya sabemos que somos los primeros en pagar los goles del equipo y el ultimo en “cobrar” los goles de los compañeros. La vida del portero se analiza más en los goles recibidos que en las paradas realizadas. Cada parada es una oportunidad más para la victoria y cada gol es una oportunidad menos. Una parada, para el aficionado, no cambia nada y un gol lo cambia todo. Una parada son aplausos y un gol es una tortura. Tu puedes hacer un buen partido y tu equipo perder, te queda siempre la sensación de que podías haber echo mas, te resta, tu compañeros de campo pueden perder al mismo tiempo que tu pero si meten un gol sus estadísticas suman. Para que un portero termine convirtiéndose en héroe debe esperar a una tanda de penaltis y aun así esperar que el portero del otro equipo no este mas inspirado que el en esa tarde (el difunto Urruti paro dos en una final de la Copa de Europa, suficiente para ser un héroe, el problema fue que Helmut Duckadam paro cuatro).
Se exige poseer liderazgo para ordenar, a mi me gusta mas la palabra ayudar, la defensa en momentos dificiles. La solidez emocional del portero contagia al resto; por eso es esencial que tenga la cabeza fría ante los malos momentos y ecuanimidad para no cargar la culpa de todos por un resultado, lo que no es justo ni real.

Según el psicólogo Roffé, esta posición requiere personas con alta tolerancia a la frustración y capacidad para reaccionar a la adversidad. Al mismo tiempo, su inteligencia, velocidad de pensamiento y aptitud técnica le pueden convertir en el primer delantero de su equipo.
Esto es parte de la soledad del portero, creo que todos los que se pusieron entre esos palos con las dimensiones de 2.44 x 7.32 sintieron estas sensaciones alguna vez, pero aquí en este nuestro “pequeño rincón” vera que la soledad es solo relativa, aquí tienes tu refugio. Ya tienes más de 10.000 amigos que no te dejaran solo.

2 comentarios:

Ion dijo...

Q razon lleva esto...muy bueno.

German dijo...

Una gran verdad, muy bien narrado. Felicitaciones